Niccolò Paganini, el violinista del diablo.


Cuando apareció Niccolò Paganini -considerado como el virtuoso del violín más grande de todos los tiempos- con su grandes dotes interpretativos que lograron impresionar a personajes como Franz Schubert, Gioacchino Rossini y Giacomo Meyerbee y que incluso inspiró a Franz Liszt, por su virtuosismo unido a su apariencia algo tétrica y cadavérica, desató rumores de que Lucifer podría estar detrás de su talento con el instrumento que se considera como el consorte del diablo. 

 Así de impresionante era el talento del italiano, que se aludía a algo sobrenatural para explicar su maestría del violín.

El violín ha sido considerado, como el instrumento del diablo. Sus sonidos seductores, la forma del instrumento, su habilidad para sugerir la voz humana, hicieron que se hiciera esa asociación.

 Así, cuando llegó Niccolò Paganini con su virtuosismo, de inmediato se le asoció con Lucifer y fue conocido como “el violinista del diablo”. 

Nos vamos hasta la Grecia antigua, donde los instrumentos estaban ligados con deidades y atributos éticos. Aristóteles consideraba su enseñanza como lascivo e inmoral.

Algo similar pasaba con el violín moderno, que hizo su aparición en el siglo XVI, y que era usado para acompañar la danza. Estas danzas no eran bien vistas tras la Reforma y la Contrarreforma, ya que se consideraba que eran pecaminosas porque demasiada diversión ponía en riesgo el alma de las personas. Escenario ideal para que el diablo buscara tentar a los débiles que participaban en estas actividades.

.

.

El violinista del diablo

Los chismes y las especulaciones persiguieron a Paganini durante toda su vida. Se decía que su madre, Teresa, había hecho un trato con el diablo, en el que le daba su alma cambio de una carrera exitosa para su hijo. Otro rumor era que Niccoló, todo un mujeriego, había matado a una mujer y encerrado su alma en su violín. Paganini, siempre iba vestido de negro a sus conciertos, en los cuales sus movimientos, el tono del instrumento y toda su actuación parecían garantizar que en el rumor había un gran porcentaje de verdad.

Pero, ¿Quién era realmente este virtuoso? 

Paganini nació en Génova, Italia, en 1782. Su padre, Antonio, le enseñó a tocar la mandolina a los cinco años y el violín, a los siete. Como sucede con los niños prodigio, el talento del pequeño Niccolò fue rápidamente reconocido y se dedicó de lleno al estudio del violín. Cuando tenía 18 años, Paganini ya era famoso en Parma y Génova, y poco, tiempo después, se hizo de un nombre por toda Europa.

Revolucionario del violín

Las composiciones y presentaciones de Niccoló cambiaron dramáticamente cómo se tocaba e interpretaba el violín, aunque también compuso varias piezas para guitarra. Era capaz de imitar otros sonidos –como el cuerno, la flauta, los pájaros, una campana- con su violín.

Su música era muy colorida y muy imaginativa en cuanto a la técnica, explorando campos armónicos, de las dobles cuerdas, el pizzicato -técnica que consiste en pellizcar la cuerda con las yemas de los dedos-, técnicas con el arco y una complejidad casi extrema. Es decir, desarrolló las posibilidades polifónicas -diferentes sonidos en armonía que se unen como un todo- para el violín. Expandió el timbre del instrumento a niveles previamente desconocidos.

Cuando estaba sobre el escenario con su violín, Paganini disfrutaba de ejecutar trucos, como afinar una de sus cuerdas con un semi tono más alto o tocar piezas enteras usando menos cuerdas. Sorprendía a las audiencias con su técnica superior, con sus pizzicatti con ambas manos, y su movimiento de manos y arqueos casi imposibles.

.

.

Para 1813, Paganini ya era el violinista más grande y venerado de su tiempo. Pasó la siguiente década dando conciertos por toda Italia. Pero su salud comenzó a deteriorarse. Su afición por las mujeres, las apuestas y el alcohol comenzaron a pasarle factura. Sin embargo, dejó su país y viajó por toda Europa y llenó salas de conciertos por dónde iba, porque el público quería ver y escuchar a este violinista magistral.

Es fácil comprender por qué Niccoló Paganini fue llamado el “violinista del diablo.” Cuando aparece un personaje con un talento que trasciende lo ordinario, que es capaz de fascinar con su música que transgrede con todo lo que era conocido hasta el momento, la gente busca alguna explicación para entender las razones de semejante talento. Aunado a eso, Paganini tenía unos dedos largos y una destreza poco común, algo que extrañaba a sus contemporáneos.

 

 

Previous El PRI, el PAN y el PRD representan lo mismo: la corrupción.
Next Entrevista a un artista: SIGMA.

No Comment

Deja un comentario