LA VERDADERA CIVILIZACIÓN SERÁ LA ARMONÍA DEL HOMBRE CON LA TIERRA Y DE LOS HOMBRES ENTRE SI. 

El murciélago,

En el archipiélago,

Cantaba feliz,

adorando a la luna, su emperatriz...

El día de ayer mientras veía las noticias  me di cuenta de que todos hablan del COVID-19 y esto hace que aumente un miedo sin respuestas (del que sufro ahora por causa de este tema).

Me disculpo de antemano por este comentario tan John Lennon, pero lo podría comparar el coronavirus con Dios, ya que ahora está en todas partes, es un virus omnipotente. Dicen que el virus viene porque a los chinos les gusta comer toda clase de animales exóticos, ahora el murciélago fue parte del menú; estos animales son los únicos mamíferos capaces de volar y se sabía que habían sido el origen de otras epidemias además del coronavirus. Pero el origen del brote no se atribuye al consumo alimentario, sino al contacto directo con los animales vivos.

A comienzos de este siglo, fueron causantes de la transmisión del síndrome respiratorio agudo severo, más conocido como SARS, que infectó a más de 8.000 personas, 800 de las cuales fallecieron.  A mediados de la década de 2010 fueron el origen de otra enfermedad respiratoria similar al SARS: el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS por sus siglas en inglés), que afectó a menos gente (unas 2.500) pero fue más letal, matando a más de 850 personas.

A finales de enero, el diario estadounidense The New York Times publicó un informe sugiriendo que el murciélago grande de herradura chino (Rhinolophus ferrumequinum) podría ser el principal culpable. El artículo, escrito por el periodista científico James Gorman, resalta que los murciélagos son capaces de vivir con varios virus, sin enfermarse. 

Los murciélagos no solo transmiten distintas cepas de coronavirus, un patógeno que en humanos puede causar una grave inflamación en los pulmones y fiebre; también se cree que son el origen del Ébola, la rabia y los de Marburg, Nipah y Hendra, que han generado brotes en África, Malasia, Bangladesh y Australia.

Pero no son los únicos animales que acarrean enfermedades que tienen el potencial de ser transmitidos a los seres humanos -los roedores, los primates y los pájaros también son vectores conocidos- los murciélagos suelen causar más problemas que otros.

Pero amigos, no es realmente la culpa de estos mamíferos voladores, las transmisiones ocurren cuando el ser humano invade los espacios donde ellos habitan, es algo cada vez más frecuente a medida de que nuestra población aumenta, por consecuencia los espacios naturales son destruidos y urbanizados: ocurre que estos animales son cazados, ya sea como ya lo mencione, para comer o para comercializarlos, como parece haber ocurrido en Wuhan.  

Son una especie bastante numerosa: representan una cuarta parte de los mamíferos en el mundo, los roedores los superan en cantidad; los murciélagos están en todos lados, el único continente que no tiene estos mamíferos voladores es la Antártida. Por otra parte, el hecho de que vuelan contribuye a que esparzan enfermedades, especialmente a través de los virus en sus heces.

Pero ¿por qué están invadidos de patógenos  estos animales?

La respuesta parece estar en su dieta, que consiste de insectos portadores de enfermedades, la resistencia de los murciélagos a los virus y el gran número que portan pusieron en la mira a los científicos desde hace años; en el 2017 el EcoHealth Alliance, que lleva una década y media en China estudiando enfermedades que pasan de los animales a los humanos (conocidas como zoonosis), publicó un informe en la revista Nature advirtiendo sobre los riesgos.