La comida es una de las cosas que, de tan cotidianas, no reparamos en sus cualidades cuando estamos en nuestro planeta, pero ¿a qué problemas se enfrentan los astronautas para comer cuando se encuentran en órbita? He aquí cómo ha evolucionado este proceso desde los primeros vuelos espaciales a la actualidad.
Los soviéticos son líderes de la Carrera espacial, determinaron la pauta de la tecnología aeroespacial, incluida la comida para astronautas.
El cosmonauta Yuri Gagarin en su histórico vuelo del 12 de abril de 1961, en el Vostok-1, llevaba tres rollos metálicos —de 160 gramos cada uno—, con una forma muy similar a los de nuestra pasta actual.
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Los estadounidenses imitaron a los rusos y cuando John Glenn emprendió el vuelo en el Friendship 7 en 1962, una de sus misiones era comer en el espacio para comprender el proceso de ingesta en microgravedad
Pero, ¿cómo era su comida? Una papilla de manzana en un tubo metálico. El resto de las misiones Mercury se alimentó de unos desabridos cubos —no mayores a un centímetro de diámetro—, que estaban compuestos de proteínas y que, cuentan los astronautas, tenían un sabor muy desagradable.
En ese momento se creía que el proceso de peristalsis en el esófago — que nos permite tragar—, no sucedía con los músculos atrofiados en el espacio. Por eso se fabricaron esos rollos que introducían la pasta —similar a un paté— directo en la garganta del astronauta. La sorpresa para todos los científicos —y para los mismos astronautas— es que ellos podían comer sin problema y que la peristalsis funcionaba igual que en la Tierra.
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En los años 60, los estadounidenses no se quieren quedar atrás y tomaron la delantera en la Carrera espacial, cambiando la forma de comer en el espacio.
Desarrollaron un sistema para rehidratar la comida por medio de una pistola de agua caliente conectada a una pequeña bolsa que contenía los alimentos. Esta nueva forma de comer permitió a los astronautas tener variedad alimentaria y mucho más sabor.
La preparación de estos alimentos tomaba menos de cinco minutos, lo que permitía a los astronautas enfocarse más en su trabajo. Cuando llegaron a la Luna comieron de esa forma.
En los años 70, en el Skylab —primera estación espacial estadounidense que orbitó la Tierra entre 1973 y 1979—, se introdujo el primer refrigerador espacial, lo que permitió que algunos perecederos se integrarán a la dieta de los astronautas. El proceso de reconstitución y calentamiento se estableció formalmente en Skylab y aún se conserva así en la Estación Espacial Internacional.
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Los cambios significativos en la alimentación de estos guerreros espaciales ocurrió en 1990, cuando la comida de las llamadas Misiones extendidas —y los instrumentos que empleaba— se volvieron indispensables para todas las misiones de la nasa.
Con paquetes de aluminio muy delgados y una entrada para la manguera de una despachadora se llenaban los paquetes, después se colocaban en un compartimento que genera calor vía microondas para calentar la comida. Luego los astronautas cortaban un extremo del paquete con unas tijeras y éste podía servir también como plato.
Fue en los transbordadores espaciales también donde se agregó un compactador de basura para eliminar los desechos.
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Ahora los astronautas pueden comer casi cualquier cosa. En Tierra tienen la oportunidad de elegir el menú de sus comidas de acuerdo al tiempo de su estadía en el espacio. Incluso tienen la opción de llevar alguna comida regional de su preferencia.
Aquí algunas curiosidades y mitos sobre la comida en el espacio:
• El Tang naranja no fue diseñado para ir a la Luna —como se ha difundido erróneamente—, pero sí cobró mucha publicidad puesto que los astronautas no soportaban el sabor del agua de sus cápsulas. Los químicos que se usaban para limpiar el agua eran demasiado fuertes y el Tang eliminaba ese sabor.
• El astronauta Soichi Noguchi hizo el primer rollo de sushi —con salmón y arroz, sin verduras— en el espacio para un programa de la tv japonesa, y no se veía nada apetitoso.
•Las tortillas de harina son el complemento más solicitado por los astronautas. Esto es así porque, contrario al pan y las tortillas de maíz, dejan muy pocas migajas flotando en las cápsulas.
• La comida en la Estación Espacial Internacional tiene instrucciones de preparación en ruso e inglés.
• En los años 80 Coca-Cola y Pepsi diseñaron envases especiales para que los astronautas pudieran beber sus refrescos en el espacio: Coca para los estadounidenses y Pepsi para los rusos.
• Si un astronauta de otra nacionalidad participa en una misión, su comida lleva instrucciones en su lengua natal.
•De acuerdo a los astronautas, el purificador con el que cuentan en la Estación Espacial Internacional es tan bueno que no es posible encontrar en la Tierra agua de similar calidad. Por otro lado, los desechos sólidos son jalados a una especie de papel aluminio por un ventilador y se colocan en las cápsulas de basura que regresan a la Tierra y se queman al momento de reingresar a la atmósfera.
Si gustas de pedir deseos a las estrellas fugaces, podrías haber pedido su deseo a los restos sólidos de un astronauta, ¡iugh!.
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FUENTES:
https://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20170111/413229224576/alimentacion-espacial-imagenes-astronautas-espacio.html
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