Los estados fundamentales en la vida del ser humano son la pasión y la entrega. Con ellos puede conseguir todo aquello que se proponga, y además, es una forma de poder llegar a sus semejantes a través de los medios de expresión que tenemos a nuestro alcance.
En la comunicación visual y artística, se puede ver perfectamente reflejado en las obras que salen de los lápices de muchos ilustradores. Es el caso de Christian Arredondo, en su obra, se ve esa pasión y entrega por lo que hace, consiguiendo resultados realmente evocadores con colores vivos, figuras de fantasía marcadas en trazos que envuelven un mundo ilustrado totalmente mágico.
Sus dibujos y gifs animados muestran su apolíneo mas sincero. Fácilmente podría convertirse en un cómic y crecer dentro del sector editorial, o aun mejor, una película.
Christian es un artista con todas las letras. Hablamos con él sobre su trabajo y sobre su futuro.
XTian nos cuenta que sus primeros dibujos formales fueron durante la infancia, unos “mejor” que otros por atreverse a copiar cosas complicadas como personajes de las caricaturas. Pero un día le preguntó a uno de sus compañeros que cómo lo hacían y simplemente solo se atrevió a intentarlo.
Eso fue divertido y además tuve elogios por lo bien que salió esa primera copia (era un caballero del zodiaco). Entonces, creo que simplemente fue una de esas actividades placenteras en
las que me perdía desde pequeño y que me daba reconocimiento por parte de los demás.
La mejor sorpresa fue cuando descubrió que se podía ganar la vida siendo artista.
¿Cuáles son tus referentes, lo que te inspira o te influye?
-Han sido muchos y han cambiado según las épocas, me refiero a los temas y los autores. La respuesta corta es que todo lo que nos rodea y se nos pone enfrente es El Tema, la respuesta larga e interminable se puede ir desmenuzando en: Goya, Kurosawa, el “problema” del amor, Horacio Quiroga, la muerte, Katsuya Terada, lo “mexicano”, la identidad, Miyazaki, Saturnino Herrán, lo “humano”, González Camarena, etc.
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La mayor parte del tiempo la ilustración de Xtian es digital, pero disfruta mucho dibujar en Tinta y en Gouache (que tiene la apariencia de acuarela opaca).
Para que su ilustración le de un final satisfactorio, tiene que resolver problemas muy específicos, como el cuidado de la composición, la claridad, el acabado del material; todo esto con el fin de conocer el camino para decir que “funcionó”.
Soy de los que apoya la idea de que simplemente hay que mantenerse trabajando, haya o no motivación. Hay veces en las que no es nada fácil porque incluso físicamente te puedes sentir incapaz de mantener el ritmo, de ser así, he tratado de ver qué otras cosas están en la digamos, “lista de pendientes artísticos” y buscar alguna que sea más divertida o que te remita a esa sensación lúdica primordial.
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Igualmente le gusta pensar que el oficio forma parte de la construcción más grande de la vida, y esto es muy cierto; por lo que el artista cree que otras actividades son muy buenas para mantener el equilibrio emocional y físico, como mantener una vida sana, un buen libro para alimentar la imaginación y la creatividad, además de un contenido audiovisual nutritivo.
¿Cuál fue tu primer proyecto a nivel profesional?
– La verdad es que nunca he terminado de sentirme profesional, no sé qué lo define, pero recuerdo que sentí como “mi primer trabajo” mi participación en “Gina” de Diomedes Heras. Luego, de forma más personal, mi cortometraje La Frontera, que está por cerrarse y ha sido producido por el IMCINE.
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Premios y festivales de Gina: 2018 FICM. Festival Internacional de Cine de Morelia; FICG. Festival Internacional de Cine de Guadalajara; Festival Internacional de Cine de Monterrey; CutOut Fest, Mejor Corto Narrativo Mexicano; Festival Internacional de Cine de St. Louis
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¿Cómo es un día de trabajo con Xtian?
-Eso también ha variado mucho, en los últimos 5 años he vivido en 4 ciudades distintas con ritmos de vida muy diversos y he tenido que adaptar mi rutina a cada uno. Idealmente y durante los últimos años me ha gustado levantarme muy temprano (de 4 a 6 am), tener algo de tiempo en silencio para mí y luego tomar un baño. Si aún es muy temprano, comienzo a trabajar un par de horas hasta el desayuno (trato de coincidir con mi esposa en las comidas).
Si se ha hecho tarde, desayuno directamente. Antes de comenzar a trabajar hago un repaso (lista) de las cosas por completar en ese día (idealmente) y cuántas horas o sesiones de trabajo les puedo dar a cada una. Entonces simplemente trabajo por sesiones de 50 min hasta la hora de la comida. Luego vuelvo a trabajar las sesiones que faltan tratando de terminar todos los pendientes y dormir antes de la medianoche al mismo tiempo. Durante la cena tratamos de ver algo que nos sea interesante. Idealmente, debería dormir antes de la media noche para mantenerme con energía. Como nota adicional, las otras actividades que hago como hacer compras, ejercicio, etc… solo son parte de la lista.
Puede haber días con menos o más horas sentado frente a la computadora y también la idea es que haya pequeños descansos entre cada sesión de trabajo. Pero bueno, esa es la idea, la realidad cambia cada día.
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¿Y tu ciudad? ¿Cómo te inspira o arruina?
-Habiendo pasado dos años fuera de México, volver específicamente a Celaya es algo muy extraño. Me da gusto ver ciertos cambios: ciclopistas, banquetas, negocios, detalles que la hacen más funcional y bella; también da gusto ver las cosas que no han cambiado y que le dan carácter. Pero por otro lado, se respira un aire más denso; aunque toda mi vida se ha sentido la inseguridad, ahora la atmósfera es más tensa que nunca (al menos para mí), y se intensifica con la situación del COVID.
Volviendo a la inspiración, todo esto es inspirador, para bien o para mal, pero siempre está la pregunta de si convendrá o no contar las historias de la ciudad viviendo en ella o es
mejor verla desde fuera.
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¿Cómo se siente saber lo que uno quiere hacer hasta morir?
-jaja, no sé si quiero hacer esto hasta morir, mejor dicho, no sé si quiero depender
siempre de ello; muchas veces he caído en momentos donde el ritmo de trabajo me ha
resultado tan pesado que me he dicho “ya no quiero vivir así” y por fortuna he
encontrado otros quehaceres que potencialmente podrían sostenerme.
En lo que sí he trabajado durante los últimos años es en tener una rutina que intente mezclar
aquellas actividades que creo fundamentales en mi vida, de tal manera que pueda
morir cada día sin sentir que dejé de hacer algo importante, no es fácil y sin duda, el
dibujo y todo esto seguirán siendo parte de esa rutina, es el porcentaje de tiempo lo
que podría cambiar con los años.
¿Cuál sería el consejo que darías a alguien que se quiere dedicar a la ilustración y el mejor que te han dado hasta el momento?
-Toda actividad a la que nos entregamos es una fuente de autoconocimiento, si a alguien le gusta dibujar, que dibuje, es tan simple como eso, no se es escritor si no se escribe ni constructor si no se construye. De a poco la actividad misma te irá contando cosas de ti mismo, de tus gustos, de tus pretensiones, etc…
Cuando has llegado a tener tan buena relación con ella, no tendrás que “dedicarte” a ella, será algo necesario y natural en tu forma de ser. Así que sólo hay que “hacer cosas” ingenuamente.
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Sobre el mejor consejo, el primero que se me viene a la cabeza es uno que me dieron
algunos de mis maestros de animación cuando tenía que elegir entre realizar mi
cortometraje Tauromaquia con cualquier medio que pudiera encontrar y buscar
trabajo formal en algún estudio. Ellos me dijeron “Haz tus cosas, es lo más difícil de
lograr; además en los estudios puedes ir adquiriendo vicios (y confort) que lo van
haciendo aún más difícil”, y era justo lo que quería escuchar.
Y para finalizar la entrevista con este maravilloso artista, nos hace un sin fin de buenas recomendaciones para pasar un buen momento:
-Las crisis que llego a tener haciendo esto vienen generalmente de la prisa o exigencia que parece haber por ser cada vez “mejor” y correr continuamente detrás de lo que sea que los medios nos están ofreciendo continuamente.
Dos canciones que me ayudan cuando me invade esa “prisa” por hacer cosas o esa voracidad por ser “el mejor” son Sendero de paso lento de Muerdo y Renuncio de El Jose, dos cantautores
jóvenes españoles.
Sobre libros, recuerdo que uno de los primeros libros que leí y que atesoré por siempre fue Frankenstein de Mary Shelley, tiene de todo y es muy profundo.
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