Medios de comunicación alterados y sin democracia.


Las mentiras durante las campañas electorales no son nuevas, pero la manera instantánea y viral en la que se difunden para engañar a la opinión pública y fomentar el odio en la actualidad, sí.

El papel de los medios de comunicación en las democracias actuales es proporcionar la información necesaria para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto de forma libre y racional. 

Algo que no se escapa a los partidos políticos es aparecer en todos los medios de comunicación para hacer llegar a los ciudadanos su mensaje y dar a conocer a sus líderes. Pero el estado tiene que garantizar la igualdad de oportunidades de todas las formaciones que concurren a las elecciones, debe imponer neutralidad y respeto al pluralismo político en la información electoral.

Y es lo que deberían de hacer los medios de comunicación, ya que si comparamos los resultados en la mayoría de las contiendas electorales de los últimos años con los pronósticos mostrados por los principales medios de la región, el resultado es una reiterada tendencia al error.

Pero los fallos ya no son márgenes de 1 a 3 % que son los que suelen preverse como normales en este campo de investigación, sino que al contrario han sido equivocaciones que incluso han llegado a 20 y 30 puntos de diferencia.

Expertos consideran que muchas veces encuestas que solo incluyen 1,200 o 1,500 personas, no son suficientemente exactas para predecir una elección de voto voluntario, que también cuenta con un determinado nivel de privación.

Inclusive se puede estar dejando de lado el perfil del votante probable, que consiste en un filtro que se le aplica a toda la población en edad de votar de acuerdo con la intención de voto. Ese filtro de votante probable es el resultado de una investigación científica que requiere de la aplicación de diferentes encuestas y testeos (conjunto de pruebas que se realizan sobre un juego de manera continuada durante su fase de desarrollo) que al parecer no se están siguiendo al margen de la letra.

Las elecciones presidenciales mexicanas de este año abren el debate y mi más grande interés sobre la influencia que tienen las encuestas en el electorado y la regulación a que deberían sujetarse debido a sus errores.

Se cree que los sondeos de opinión influyen en las decisiones de voto, y que los errores en los que incurren las encuestas son frecuentes. 

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Efectos, errores de las encuestas preelectorales:

La elección presidencial mexicana de 2012 mandó las encuestas al banquillo de los acusados. 

Desde la campaña electoral, integrantes del Movimiento Progresista y del Partido Acción Nacional se quejaron abiertamente de la difusión que realizaban los medios de comunicación sobre los resultados de las encuestas.

Estas mostraban al candidato del PRI (Peña Nieto) como el favorito para ganar la contienda electoral. La queja fue más allá, pues se promovió un juicio de inconformidad donde se presentaron los resultados de las encuestas como una de las pruebas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para que éste declarada la nulidad y, por tanto, la no validez de la elección presidencial.

Una vez otorgado el fallo, se promovieron dos iniciativas de ley sobre las encuestas: una por parte de los diputados que plantea prohibir la difusión de datos provenientes de encuestas o sondeos de opinión durante todas las campañas electorales, y otra que busca regularlas dentro del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

A todo esto, añádase un gran revuelo de opinión pública, ocasionado por el papel invierto que jugaron las encuestas en los resultados finales de la elección presidencial. 

Los sondeos de opinión influye en el comportamiento de los votantes (o al menos en un segmento de estos) al inducirlos a votar por un candidato o partido en particular, generalmente por quien va arriba en las encuestas. Por ello lo que estas publican importa, ya que de algún modo se afecta el proceso de formación de opinión pública del electorado.

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“Las personas deberían estar guiadas por la verdad y no por falsedades a la hora de elegir a sus representantes. Sin embargo, si bien la tecnología ha transformado las formas en que recibimos y compartimos información, a veces se utiliza para engañar a la opinión pública o para alimentar la violencia y el odio”.

Actualmente los partidos políticos están ciertos de la importancia de ganar presencia ante la opinión pública y saben que los medios de comunicación son la vía más rápida e idónea para llegar a los electores. Sin embargo, no todos ellos tienen la misma posibilidad ni la capacidad para hacerlo y es ahí donde radica el desequilibrio para la competencia electoral que hace la diferencia entre ganadores y perdedores, y entre un sistema de partido hegemónico y uno pluripartidista.

Ello ha conllevado necesariamente a plantear el papel de los medios como entes en vinculación estrecha con instituciones de diversa naturaleza, entre las que destacan necesariamente las políticas, religiosas y sociales, siendo las primeras los principales actores y materia prima con que los medios establecen sus agendas de actividades y sus prioridades de información. 

Los medios de comunicación, ponen, quitan y alteran las encuestas para condicional el estado de ánimo de la opinión publica. Son muy poderosos, no hay duda, pero nunca, nunca nos podrán quitar la capacidad de pensar por ti mismo, de ser critico y libre. 

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Link:

  • https://tecnologias-educativas.te.gob.mx/RevistaElectoral/content/pdf/a-2000-02-013-032.pdf
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Espiral_del_silencio
  • https://www.oas.org/sap/docs/DECO/7_EMBs/presentaciones/Presentaci%C3%B3n%20Garc%C3%ADa%20Rodr%C3%ADguez%20ESPA%C3%91OL.pdf

 

 

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