Se puede notar un gran hartazgo y desgaste por parte del pueblo mexicano ante la inseguridad que se vive diariamente en las calles de cualquier estado de nuestro país.

La crisis de autoridad es la causa más profunda de la violencia social, es el detonante que expresa que los límites sociales se han roto y también es necesario poner ya un limite a la corrupción e ineptitud de las autoridades.

Los linchamientos son un ejemplo de esto, frente a una autoridad que no actúa o que lo hace de manera incorrecta.

Las ejecuciones y los linchamientos se pueden analizar como expresión de violencia social, en la que grupos de colonos, miembros de una comunidad o grupos de la delincuencia organizada ejercen la violencia frente a situaciones o condiciones que ponen en riesgo los principios de convivencia pacífica.

El fenómeno de los linchamientos han registrado un importante crecimiento durante los años recientes, la situación obliga a reflexionar sobre lo novedoso de esta forma de violencia colectiva.  Es un tema que llena las páginas de la nota roja de diferentes diarios, la radio y televisión.

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Parece ser que la violencia es, a fin de cuentas, ausencia de autoridad y de un olvido por parte de la autoridad, señala los límites que cada grupo de colonos, miembros de una comunidad o un pueblo, que están dispuestos a tolerar antes de tomar medidas directas o drásticas , como son los linchamientos.

Lo anterior nos lleva a plantear una serie de preguntas: 

 ¿Acaso la violencia expresa la descomposición social? ¿Por qué se llega a un grado de irritación social tal que un grupo de personas decide linchar a uno o varios individuos? ¿Es acaso el linchamiento una forma de ejercicio de la justicia de manera directa, por encima y aun en contra de la misma autoridad?.

Sin duda alguna los linchamientos expresan violencia, donde grupos de colonos de alguna ciudad o integrantes de comunidades deciden “hacer justicia” por su propia mano, considerando que:  primero, son actos violentos en los cuales algunos grupos de la sociedad deciden poner fin a los abusos de delincuentes o a los abusos de autoridad y a la negligencia de los jueces, policías y funcionarios públicos; segundo, la violencia social tiene un carácter político en la medida en que se cuestiona a la autoridad en sus distintos niveles; tercero, la acción social- colectiva que pretende restablecer el orden aunque sea por medios violentos.

 

La violencia genera mas violencia. 

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Carlos Monsiváis dijo:

Quienes linchan “matan porqué odian la impunidad de violadores, ladrones y asesinos, pero sobre todo, por el poderío catártico que les confiere lanzar penas de muerte”. 

La crisis de autoridad se expresa como un rechazo, condena y castigo de ciertas formas de delincuencia, pero el rechazo implica al mismo tiempo condena y castigo a la autoridad, es decir, se lincha al mismo tiempo al delincuente y al símbolo de autoridad.