Las leyes marcan que fotografiar o describir actos sexuales, reales o simulados, en los que tenga participación un mejor de edad es un delito que se castiga con prisión.

La Organización de Estados Americanos (OEA) dice que la pornografía infantil se refiere a la “representación visual de un menor que mantiene una conducta sexualmente explícita, una persona real que parezca ser menor de edad que participa en actos sexualmente explícitos, o imágenes realistas de un menor no existente que mantiene una conducta sexualmente explícita”.

Tras la detención de Yoselin Hoffman, una youtuber conocida como YosStop quien el 3 de marzo fue denunciada por el delito de posesión de pornografía infantil y difamación, luego de exponer a una joven de 16 años que fue agredida sexualmente en una fiesta.

Y es que la youtuber difundió los hechos a través de las redes sociales asegurando que la víctima era “una niña con moral muy, muy distraída”. Al ser denunciada, la mujer fue detenida y trasladada al penal femenil de Santa Martha Acatitla, donde permanece luego de que el 5 de julio fue vinculada a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de posesión de pornografía infantil.

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Este delito dentro de la Ciudad de México está referido en el artículo 187:

“Al que fije, imprima, video grabe, audio grabe, fotografíe, filme o describa actos de exhibicionismo corporal o lascivos o sexuales, reales o simulados, en que participe una persona menor de dieciocho años de edad o persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o de persona que no tiene capacidad de resistir la conducta, se le impondrá la pena de siete a doce años de prisión y de mil a dos mil días multa, así como el decomiso y destrucción de los objetos, instrumentos y productos del delito”.

El código Penal del Distrito Federal, en su artículo 188, indica que “al que almacene, adquiera o arriende para sí o para un tercero, el material a que se refiere el artículo anterior, sin fines de comercialización o distribución, se le impondrán de uno a cinco años de prisión y de cien a quinientos días multa”.

Al saberse que Yoseline Hoffman tenía dicho video, comenta la abogada de la afectada, ella debía dar parte a las autoridades de que una menor había sido abusada y no compartirlo “toda vez que una persona que tiene conocimiento de que se está cometiendo un acto ilícito, la persona está obligada a denunciar”. “Hubiese sido diferente que en lugar de hacer ésta descripción ella hubiera dicho ‘¿Saben qué? Me llegó un video y por obvias razones no se los voy a narrar, pero en este momento me voy a ir a la fiscalía y voy a denunciar’; hubiera sido algo heroico lejos de la situación actual.

Un problema muy triste.

la pornografía infantil, que utilizan como víctimas a niños y niñas destruye vidas porque el circuito que apela a la inhumanidad para cernirse sobre ellos en pro de la mercantilización, de la distribución de material pornográfico, así como el reclutamiento de víctimas de explotación sexual comercial, tiene garantizada su permanencia, y aún su incremento, en tanto y en cuanto los seres humanos insistan en valorizar lo humano, mediante la apropiación y destrucción de vidas infantiles y adolescentes. Este modelo horroroso impregna la cotidianeidad de los países denominados civilizados, y viola todos y cada uno de los derechos, de esos niños y jóvenes, sus derechos, y sus personas.

La aparición de Internet ha disparado cualitativa y cuantitativamente el fenómeno de la creación, y posterior distribución de materiales pornográficos elaborados utilizando a menores. La causa que produce tal efecto consiste en que Internet ofrece al delincuente un campo operativo mayor, resultando muy difícil detectarlo, el descubrimiento de la persona que se halla atrás de la Red, resulta pues muy complicado.

La pornografía infantil ha pasado de ser una actividad casi residual a adquirir indudable relevancia, lo que implica la explotación sexual de niños a nivel mundial, que abarca desde la exhibición de sus cuerpos hasta la violación y la tortura.