La política es imagen. No sólo se trata del culto a la personalidad, ni de hacer un manejo profesional de la imagen desde la mercadotecnia política. La imagen es hoy estar y no estar videos y/o en grabaciones de audio. Es estar expuestos y visibles en foros, conferencias, entrevistas y todo lo que promueva mediáticamente a quien se regodea y hace usufructo del poder, aún acosta de esas grabaciones ya que algunos de ellos son de asuntos y hechos que están prohibidos por la ley y por la moral política, si es que hay un moral en ese campo, ya un viejo priista Gonzalo N. Santos dijo “que la moral es un árbol da moras” y más tarde Don Jesús Reyes Heroles dijo que en política “Hay que aprender a salir limpio de los asuntos sucios y, si es preciso a lavarse las manos con agua sucia”. Aforismos se usan como parte del escenario mediático en el que los video escándalos salen a la luz pública.
Hoy en política se apuesta por toda la publicidad posible, pero sobre todo al marketing político y con ello a la descalificación, el encono y al enfrentamiento mediático, al usar las verdades a medias y las medias mentiras. La posverdad se nutre de incredulidad y los videos que serían evidencia para confirmar un delito, una vez expuestos y difundidos con intereses particulares y que se usan como defensa o como ataque se prestan a la duda y al escepticismo y dejan de ser pruebas. En una cultura occidental de ver para creer, los videos ya no significan lo que podrían ser y ahora solo son noticia.
El caso de Emilio Lozoya, con videos y denuncia de hechos difundidos por fuera de lo que se conoce como “el debido proceso” y con un escándalo que afecta a las buenas conciencias panistas, a sus líderes, así como a gobernadores panistas en funciones y a expresidentes del país, muestra lo que todos sabemos desde hace mucho y de muchas maneras y es que la corrupción y la impunidad están enraizadas en todas las estructuras de la administración pública y de la procuración de justicia. Aún hay 18 horas de videos que Emilio Lozoya dijo que aportará para su defensa.
En el marasmo del espectáculo de Odebrecht y de todo lo que falta por saber, aparecen y se dan a conocer los videos del hermano de Andrés López Obrador, Pio López, recibiendo dinero de David León, lo que le propicia un golpe muy fuerte a la credibilidad del discurso anti corrupción y en donde la muletilla “nosotros no somos iguales” se vacía de sentido por más “mañaneras” que haya para repetir lo mismo.
Si bien, el presidente dijo que se investigue a su hermano, peco de ingenuidad al menos al decir, que los videos de Lozoya son de corrupción y los de su hermano Pio son de “cooperación”. El juego de palabras lo inculpa en todo caso. En estos días se han difundido videos, entrevistas, y declaraciones, ya sea por petición expresa de periodistas y de comunicadores en radio y televisión a políticos y analistas, y otras personas más con el ánimo de defender al presidente, para naturalizar la idea de la “cooperación” y para intentar parar el golpe en los medios de comunicación que afecta sin duda la credibilidad de Morena y del propio Andrés Manuel López Obrador. Lo que hay que decir sin ninguna reserva es que en ambos casos videograbados documentan ilícitos.
Estos video escándalos son delitos electorales y queda en entredicho la capacidad de fiscalización que tiene el INE para regular y controlar el dinero que se usa en las campañas políticas y abre una serie de preguntas sobre el marco jurídico y la legalidad de la actuación de los partidos políticos y del uso del dinero para las campañas electorales. Habrá que ver que sucederá con la actuación del INE y sus facultades y sus responsabilidades.
En estos tiempos de encierro, de pandemia, el show político se anima y el gobierno federal y ahora el del municipio de León y el del propio estado de Guanajuato se muestran como son. La danza de cifras para el tema Covid-19 por parte del López Gatell y toda la Secretaria de Salud que se muestra todos los días en lo medios de comunicación es un ejemplo de esta exposición en las pantallas y en los micrófonos.
Por otra parte, están las reprobables acciones de represión, abuso de autoridad y de abuso sexual en contra un grupo de jóvenes mujeres detenidas arbitrariamente y las agresiones a 4 reporteras que hacían su trabajo de cubrir la protesta. Algunos aspectos de esta represión quedaron videograbados y fueron ampliamente difundidos a nivel nacional y hasta internacionalmente. La protesta fue para pedir justica ante la agresión sexual que denunció Evelyn por parte de la policía municipal. Los videos documentaron la acción fuera de ley de las y los policías que fueron enviados a atacar, agredir y detener a algunas de las manifestantes.
En este contexto, de la exposición mediática de funcionarios y políticos están las terribles declaraciones del Secretario de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato, sobre que evitará que las ciudades del León, Guanajuato, Celaya y Salamanca se conviertan en un “manifestódromo violento” -quedo grabado- con lo que se demuestra una vez más, que los gobiernos que han estado al frente desde ya casi 3 décadas en Guanajauto, no les importan los derechos humanos de sus ciudadanos y que sólo desean seguir en el poder, y han promovido una agenda ideológica en contra de los derechos de minorías y de los derechos de las mujeres y ahora vuelven a criminalizar la protesta pública, como lo fue, la represión en contra de los familiares de las personas desaparecidas hace unas semanas en Guanajuato capital y dejo en claro que los medios de comunicación juegan un papel muy importante para visibilizar y documentar los hechos de abuso y violación de los Derechos Humanos por parte de las autoridades y de los cuerpos de seguridad pública.
Habrá que recordar que el Congreso Local de mayoría panista votó en contra de la reforma constitucional para incorporar los Derechos Humanos a la Carta Magna, siendo el único estado que hizo esto, y habrá que recordar también, fue el último estado de la república en aprobar la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Tardo 7 años en armonizar la ley en favor de las mujeres en Guanajuato.
Todo hoy se difunde en las pantallas y hace que la videopolítica se instale como una nueva consideración -idealmente- para el ejercicio adecuado, pertinente y legal de la acción de los gobiernos y de quienes se mueven en la vida política. Hoy la política se videograba y la memoria digital se convierte en recurso para la lucha social, para la denuncia y para la protección de los Derechos Humanos. Pero también se usan videos y grabaciones de audio, para atizar los enfrentamientos políticos entre los actores que se creen invisibles e impunes. Entre videos clandestinos y espionaje digital la política se reinventa y con ello la videopolítica entra en escena por ahora como el nuevo espectáculo en la vida política.
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