2021 será escenario de un verdadero desafío en dentro del proceso electoral que ya inició el pasado 7 de septiembre. Este proceso pondrá a prueba al sistema electoral, al sistema de partidos y la democracia misma.
El desgaste político del partido en el gobierno federal y las múltiples tensiones que se han dado con los gobiernos estatales auguran una jornada electoral por demás tensa y con resultados imprevistos. La popularidad del presidente López Obrador ha tenido descalabros, su estrategia del manejo de la pandemia le ha costado severas críticas y la forma de encarar a sus detractores va polarizando la situación entre un están conmigo o están contra mí. Si bien los sondeos de inicio le dan ventaja a Morena en las preferencias electorales en la conformación de la Cámara de Diputados, los errores y la estrategia de comunicación seguida, apuntan a que puede hacer sorpresas en algunos distritos y municipios, y también en algunas gubernaturas.
Los puestos están en competencia electoral para el próximo año son:
Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, que implica 300 diputaciones de mayoría relativa y 200 diputaciones por representación proporcional,
Hay gubernaturas en juego en 15 estados: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
Se compite en la renovación de casi todos los Congresos locales de todo el país, excepto en Coahuila y Quintana Roo, además que habrá elecciones para elegir la casi totalidad de los Ayuntamientos y Alcaldías en 30 entidades, menos en Durango e Hidalgo. En cuatro entidades escogerían de manera separada diversos cargos locales: Juntas Municipales en Campeche, Sindicaturas en Chihuahua, Regidurías en Nayarit y Presidencias de Comunidad en Tlaxcala. Para el caso de Guanajuato se habrá contienda por las 36 diputaciones y por 46 ayuntamientos.
Es una elección intermedia muy compleja. Es la más importante desde que se creo la nueva arquitectura electoral y sus instituciones. Lo que implicará un desafío para armar las condiciones necesarias para garantizar la participación ciudadana y para tener una organización adecuada de cada una de las casillas a instalar y la capacitación de los cientos de miles de funcionarios y funcionarias de casilla que estarán recibiendo y contando cada voto que se deposite en las urnas.
Ahora bien, esta elección se dará en el marco de una pandemia que ha venido a alterar la vida de todos y todas. La incertidumbre y las políticas sanitarias seguidas no han podido para los contagios comunitarios, en el que los fallecimientos suman ya más de 73 000 defunciones hasta ahora, cifra que lamentablemente seguirá aumentado y ubican al país en décimo lugar mundial con relación a la tasa de mortalidad.
El proceso electoral para llevarse a cabo implica realizar un trabajo muy fuerte de organización, desde ubicar las casillas en cada distrito electoral, pasando por el proceso de selección, contratación y capacitación de capacitadores, asistentes y supervisores electorales que participan en las tareas que implica llevar a cabo la jornada el día 6 de junio del 2021. El reto es pensar que no se trata cuidar solamente el día de la elección a la ciudadanía, sino se requiere pensar en todas las fases del proceso electoral, cuidando de sobremanera a la población, pero sin duda el desafío más importante en lograr impulsar la participación de ciudadanos y ciudadanas como funcionarios de casilla en el contexto de la pandemia.
Se trata de buscar prácticas que deberán integrarse como parte de la formación de funcionarios y funcionarias de casilla, para mantener la sana distancia, pero también para poner en práctica protocolos de actuación para evitar situaciones de riesgo y contagio, porque la pandemia, según los pronósticos podrá ser controlada hasta finales del 2222.
De parte de los partidos políticos se tendrá que desarrollar una creatividad y una estrategia original en el campo de la política, para poder hacer llegar sus propuestas y que puedan dar a conocer a sus candidatos y candidatas a los puestos de elección popular, renunciando a las convencionales prácticas usadas en las campañas políticas. Sin duda alguna, las concentraciones masivas están prohibidas y se tendrán que poner a jugar en gran parte ideas de hacer una promoción de las plataformas políticas y la publicidad electoral a través del uso de medios masivos de comunicación y de las redes sociales y en las que se tendrán que desarrollar mensajes inteligentes, que convoquen a las y los electores a participar y crear afinidades a los partidos políticos y preferencia electorales para con las y los candidatos.
Uno de los desafíos para los partidos políticos será sostener de forma congruente la paridad de género para lograr una verdadera paridad, esto implicará también un compromiso para fortalecer la militancia y la capacitación política de hombres y mujeres, especialmente de ellas, dada la experiencia que se vivido dentro de los institutos políticos de cumplir con las paridad de género solo como requisito y no como una verdadera convicción para garantizar la perspectiva de género en la construcción de la política.
Las elecciones del 2021, serán un desafío para el país. La imaginación y la convicción de que merecemos mejores gobiernos, cada vez más profesionales, competentes y honestos sigue siendo la deuda que el sistema político tiene para con la ciudadanía. El INE y los Organismos Electorales (OPLES) en cada estado deberán sostener su capacidad y su neutralidad para garantizar que la democracia representativa para que sea em marco de posibilidad el ejercicio de la ciudadanía y para sacar adelante al país, a los estados y cada municipio del atraso y de las duras condiciones que ha provocado la pandemia en la vida de todas y todos.
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