En las últimas noches todos se guardan viendo caer el sol, al primer rayo de oscuridad nos escondemos como pájaros buscando el nido, creyendo que nos va a resguardar de la lluvia de balas, al final, todos salimos empapados, pasando frío y sintiendo miedo durante la tormenta, -¡Qué ilusos somos!.
Todos hablan de lo que pasa, pero nadie hace nada , me incluyo, habiendo presenciado más de dos asaltos, una balacera frente a mis pupilas, el miedo que se siente es indescriptible, nos quedamos viendo, no es situación normal, nunca me dijeron que tenía que ser así, nunca me enseñaron cómo actuar en un momento amargos, sin conciencia, sin nada.
Sin embargo, todos los días vemos el encabezado de los diarios que citan: “Encuentran cuerpos embolsados”, “Matan a nieto frente a su abuela”,”Entran a su casa y le dan el tiro de gracia”, ¿es en serio, en esto se redujo la vida cotidiana? ¿En quien se puede confiar?.
Nuestros gobernantes mucho tiempo vivieron la calma y la paz al estar frente a un país que no dice nada,lograron tener a todos los mexicanos con los ojos cerrados; mientras tomaban lo que no les pertenecía, ignoraban la última gota que derramó el vaso, al fin vimos nuestro reflejo, nos vemos como perros flacos, perros hambrientos, pero, ¿era por la pena de alzar la voz ? ó ¿pena por hacer valer nuestros derechos?, atribuyó completamente que la violencia que se muestra en estas calles son nada más que el abandono y la decadencia por parte nuestro gobierno mexicano.
No sirve de nada buscar culpables, pues los culpables somos TODOS, por hacernos de la vista gorda, son gritos que nadie escucha, a oídos sordos nada pasa.
Si buscamos la herida, tal vez nunca la encontremos, se infectó, se expandió como cáncer, como una herida que se hizo un niño jugando, exigiendo la atención de su madre y su madre sumergida sólo en ella.
El gobierno nos quiere hacer creer que nos cuidan los militares, incluso cambiando la policía desde su raíz, pero todos estamos envenenados porque, -¿Donde se encontrara aquel ser que esté libre de pecado?.
En el presente, sólo podemos ver calles solas y frías ,entonces seguimos en las mismas, por que cuando el más valiente decida salir y se encuentre en una situación anormal frente a personas que su única habilidad es hacer daño, nadie lo auxiliara y la policía como es de costumbre llegará muy tarde, muy tarde siempre.
Esta es una invitación para borrar el miedo, para que TODOS seamos valientes, para cuidarnos unos a los otros, por que somos el pueblo, el pueblo que nadie escucha, al final el pueblo solo se tiene así mismo.
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