Las madres de Guanajuato continúan buscando justicia por sus hijos desaparecidos.


El intento de las autoridades por ocultar lo que estaba sucediendo en Guanajuato salió contraproducente, además de optar por llamar “excavaciones” a todos aquellos lugares en los que habían inhumado clandestinamente a personas asesinadas, preferían no contar con registros de tal actividad criminal.

El número aumenta todos los días, los reportes del año pasado nos dan con un numero de 1600 personas ausentes y hace unas semanas, las autoridades admitieron 2400 jóvenes, adultos, mujeres, hombres desaparecidos.

Las familias no se dan por vencidas, desde 2017 la Caravana Internacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas se reconoce como una acción de búsqueda en CERESOS, SEMEFOS y en las calles. Hasta el día de hoy, se han logrado reconocer 150 “posibles positivos” y algunos de ellos siguen en investigación. Gracias a los colectivos de familiares con desaparecidos, se han podido organizar seis caravanas.

Lamentablemente muchas personas han sido encontradas, pero sin vida; hasta ahora se han recuperado 204 cuerpos de personas fallecidas. Los hallazgos se hicieron en los municipios de Salvatierra, Cortazar y Acámbaro, colocando a la entidad como la segunda con el mayor número de cuerpos encontrados en inhumaciones clandestinas. 

Los descubrimientos no fueron producto de la casualidad o de la detención de un criminal local. Son el resultado del cambio en las dinámicas delincuenciales en el occidente y centro del país, la consolidación y conformación de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas y la constitución de redes de apoyo de asociaciones civiles y acompañantes solidarios que motivaron a más familias a denunciar lo que estaba ocurriendo.

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La presión de la sociedad civil intimido a la Comisión Local de Búsqueda a emprender acciones coordinadas con la Fiscalía General para hacer las intervenciones forenses y recuperar los cuerpos de las víctimas.

Con las primeras exhumaciones surgieron las primeras dudas: ¿Cómo hicieron las autoridades para recuperar más de 200 cuerpos en tan solo tres meses? ¿Con qué personal lo hicieron si no contaban con especialistas en arqueología y antropología física? ¿Cuáles fueron los protocolos que siguieron para recuperar el mayor número de indicios y dar un trato digno a las víctimas?

Sin embargo, pareciera que estas experiencias han pasado desapercibidas ante los ojos de las autoridades. Una vez más, como había ocurrido años atrás en el norte del país, las familias se vieron en la necesidad de capacitarse en ciencias forenses y adquirir las herramientas teóricas y metodológicas necesarias para supervisar y cuestionar (desde una óptica crítica) las acciones emprendidas por el Estado.

Las dudas se originan en los más de diez años de experiencia en búsqueda que han acumulado diversos colectivos de familiares de personas desaparecidas en todo el país. Sus integrantes son ya expertas en la planeación. Conocen las metodologías, los conceptos y los recursos técnicos y legales para desenvolverse tanto en campo, como en espacios públicos y jurídicos en los marcos de la búsqueda. Mientras algunos familiares ya son expertos, otros recién buscan consejos y apoyo para iniciar sus procesos. Así de desiguales son hoy las búsquedas en el país.

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Los descubrimientos no fueron producto de la casualidad o de la detención de un criminal local. Son el resultado del cambio en las dinámicas delincuenciales en el occidente y centro del país, la consolidación y conformación de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas y la constitución de redes de apoyo de asociaciones civiles y acompañantes solidarios que motivaron a más familias a denunciar lo que estaba ocurriendo.

Lo que ocurre hoy en Guanajuato muestra lo que podría ocurrir en otras entidades a donde no han llegado las desapariciones masivas o donde las familias siguen con miedo a denunciar.

El cambio reciente en los mercados y territorios en disputa y la expansión de un grupo criminal desde el occidente del país, podría desencadenar un fenómeno similar en estados vecinos como San Luis Potosí, Zacatecas o Aguascalientes, en donde, en comparación con otros estados, son pocas las familias organizadas en la búsqueda de sus seres queridos.

Guanajuato es hoy ejemplo de la compleja realidad política y criminal que vivimos en el país y un cruel recordatorio de que la guerra no ha terminado. En algunos lugares, tal vez está por iniciar.

Hoy 10 de Mayo, mandamos mucha fuerza a todas las madres que siguen buscando a sus hijos, hoy siendo la “Décima marcha de la dignidad nacional, madres buscando a sus hijos e hijas, verdad y justicia” ,las madres, mujeres salieron en protesta por sus hijas e hijos asesinados o en calidad de desaparecidos. Les han buscado por toda la República Mexicana, algunas desde hace más de 15 años.

 

 

 

Link:

  • https://www.milenio.com/politica/comunidad/llega-caravana-busqueda-personas-desaparecidas-guanajuato
  • https://especiales.am.com.mx/desaparecidos-en-guanajuato/?s=09#group-section-VIII-Caravana-de-busqueda-NZxYftfjlO

 

 

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