La generación Z está entrando a la etapa adulta con mayores retos económicos que su predecesora, la generación Y, también conocidos como ‘millennials’.
El pronóstico de por si ya desolador anuncia que los pertenecientes de la generación Z o post millennials (nacidos desde mediados de la década de 1990) ganarán menos que las generaciones anteriores en acciones y bonos.
De hecho, se espera que los rendimientos reales anuales promedio en sus carteras de inversión sea de solo el 2%, un tercio menos que los rendimientos reales del 5% o más que los ‘millennials’, la generación X y los ‘Baby Boomers’ experimentaron.
Se dice que la generación Z ha sido la más afectada en el ámbito laboral por la pandemia del Covid-19.
“La forma en que una recesión realmente puede dañar a las personas que apenas comienzan (la vida laboral) puede tener efectos duraderos”, asegura Heidi Shierholz, economista y directora de políticas del Instituto de Política Económica:
“Hay mucha evidencia de que el primer trabajo que se obtiene después del posgrado prepara el escenario de manera importante para el futuro”.
Si bien los pronósticos de inversión en acciones y bonos no lucen nada favorables para los de la generación Z, esta no es la única forma de generar riqueza. Los ‘post millennials’ podrían invertir en bienes raíces o embarcarse en un proyecto empresarial.
Y es que la pandemia ha provocado una subida de los precios de las viviendas, lo que dificulta la compra de bienes raíces y la creación de riqueza a través de ellos. Por otro lado, casi un tercio de las pequeñas empresas existentes desaparecieron durante el 2020, aunque en ese mismo período se formaron nuevas empresas a un ritmo nunca antes visto.
La más afectada por los problemas de salud mental.
Aunque el 62% de los miembros de la generación Z dijo que las tasas de suicidio también son fuente de estrés el estudio indica que es más probable que estos jóvenes reporten trastornos de salud mental que los miembros de cualquiera otra generación.
Alrededor del 37% de los adultos jóvenes reportó que había recibido ayuda o tratamiento de parte de profesionales de la salud mental; de ellos, la mitad siente que hace lo suficiente para manejar el estrés.
Solo el 35% de los millennials, el 26% de los miembros de la generación X y el 22% de los baby boomers reportó que había recibido ayuda, tratamiento o terapia para la salud mental.
Es preocupante que sean más los individuos de la generación Z que los adultos de otras generaciones quienes hayan dicho que pensaban que su salud mental era aceptable o mala, sin embargo, también puede interpretarse como signo positivo. Esta generación podría estar más en sintonía que las generaciones anteriores para reconocer los problemas de salud mental.
El reporte indica que la apertura de los personajes públicos respecto a sus problemas de salud mental podría ser una de las razones por las que esta generación está siendo más abierta; su uso de las redes sociales también podría ser un factor.
Que la generación Z no sea una generación perdida para el mercado laboral está al alcance de los países. Incluso en tiempos tan difíciles como los actuales, existen alternativas de políticas públicas que pueden hacer que el impacto, aunque inevitable, sea menos doloroso para esta generación de nuevos trabajadores. El futuro de México está en sus manos.
No Comment