Ratas de laboratorio del narco


La epidemia del fentanilo ya se encuentra en México

Las garras del fentanilo se han apoderado de Tijuana y Mexicali así lo señala Víctor Clark, director del Centro Binacional de Derechos Humanos y profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de San Diego, en California.

Las dos ciudades  se han vuelto el campo de pruebas de las drogas, se distribuyen diferentes presentaciones con diferentes formulas para encontrar la dosis recomendada no fatal, obviamente a los carteles no les importsa cuantas personas mueran en este proceso. “Los carteles introdujeron el nuevo producto en el mercado local para generar una demanda”, asegura. Para ello comenzaron a distribuir la droga mezclada con otras sustancias como cocaína, metanfetamina, heroína y cristal hasta detonar una cierta tolerancia al fentanilo.

El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó un informe en el que afirmaba que las organizaciones criminales experimentan en humanos para medir la potencia de la droga que venden. “El cartel está tratando de producir el fentanilo más potente y venderlo en EE UU al precio más bajo”, señalaban los estadounidenses. La DEA calcula que una dosis de tres gramos de la droga sintética puede ser mortal para una persona promedio.

La nueva droga sintética es más potente, barata, y difícil de detectar lo que la ha convertido en un lucrativo negocio que mueve miles de millones de dólares y a su vez, es la responsable de una crisis de salud pública que mata cada año a decenas de miles de estadounidenses, según datos oficiales.

De acuerdo a Clark, Tijuana contaba en 2018 con una población “en torno al medio millón de adictos a las drogas”, al no existir estadísticas oficiales, las organizaciones se mueven a ciegas y solo cuentan con los registros de los centros de rehabilitación y las muertes por sobredosis. “Los centros de rehabilitación dicen que con la llegada de la nueva droga el número se ha disparado”, apunta Clark.

La ausencia de estadísticas oficiales sobre el consumo del fentanilo también implica que no se sepa con exactitud cuántas personas mueren por sobredosis. Los únicos medidores locales son las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con adicciones y los reportes de los hospitales. “El único dato que tenemos disponible es el que proporciona la Cruz Roja que dice que atiende a 20 personas con sobredosis al mes”,

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