Efraín se destaco como poeta y periodista mexicano. Se dedicó a escribir poesía a muy temprana edad, aunque inicialmente pretendía recibirse como abogado, pero cuando publico su primer libro de poesía se dedicó a la escritura completamente.
Efraín Huerta, nace en Silao, Guanajuato en el año de 1914 durante la Revolución mexicana que tuvo un gran impacto en su vida durante el siglo XX.
Su familia se muda a Irapuato en 1917, donde sus padres se separaron y su madre se traslada a León, ahí, Efraín comienza su educación para después ingresar mas tarde a la academia de Bellas Artes. Durante su juventud, tuvo diferentes trabajos que incluían dibujar pósteres publicitarios y en su tiempo libre, era un apasionado jugador de fútbol, por lo que más tarde se convirtió en un fan del equipo mexicano Ciudad Atlante, del que nunca se perdió un partido.
Su familia se traslada a Guadalajara debido a que sus hermanos mayores debían ingresar a la facultad de Derecho, pero Efraín tenía un gran interés por el dibujo y quiso ingresar a la Academia de San Carlos, sin embargo, fue rechazado por que debía materias. En su lugar, entró a la Preparatoria Nacional en 1931, donde estudió bajo la tutela de Julio Torri y Agustín Loera y Chávez; entabló amistad con Rafael Solana y Carmen Toscano y ahí conoce a su gran amigo a Octavio Paz.
Huerta y Octavio Paz fueron grandes amigos, compartían intereses sociales, politicos y literarios, sin embargo al crecer se separaron al divergir sus opiniones políticas.
En 1933, Efraín se traslada a la CDMX para ingresar a la UNAM para estudiar leyes, pero solo permaneció años y continuo escribiendo poesía, cuando se publicó su primer libro Absoluto amor, dejó la escuela para dedicarse de lleno a la escritura.
Dentro del grupo que integró la generación de Taller, Efraín Huerta se distinguió por su sana conciencia lírica, por su apasionado interés por la redención del hombre y el destino de las naciones que buscan en su organización nuevas normas de vida y de justicia.
También fue un periodista exquisito que escribía todos los días en la redacción del periódico sobre cine, entrevistas, a veces hacía la nota roja o tenía columnas con firmas pseudónimas sobre la realidad política mundial y nacional. Abordó prácticamente todos los temas y géneros periodísticos de su actualidad. Era un periodista completo y esa profesión le dio de comer durante 50 años.
Fue presidente de la asociación de Periodistas Cinematográficos de México (Pecime) y durante los cincuenta y sesenta fue su actividad principal en el periodismo, aunque también en el periódico El Día publicó columnas literarias. Además obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia 1975; el Nacional de Poesía 1976 y el Nacional de Periodismo 1978, entre otros.
Hay quienes señalan que los poetas oscuros son aparentemente cultos y los no tan oscuros —es decir, de fácil lectura— son, por consiguiente, no tan cultos. Y lo oscuro, en muchos casos, es equivalente a definir la maestría en el arte. Entre más oscuro, más maestro.
El amor y la soledad, la vida y la muerte, la rebeldía contra la injusticia, la izquierda, su lucha contra la discriminación racial, la música, la política y la ciudad de México, son los temas más frecuentes de su poesía, Efraín recibe el Premio Nacional de Poesía en 1976.
En los años 70 recibió distintos premios en México en reconocimiento al trabajo de su vida. Entre los premios se encuentran: el premio Xavier Villarrutia (1975), el Premio de Poesía Nacional (1976) y el Premio de Periodismo Nacional (1978) .
Recibió el premio Quetzalcóatl de plata, otorgado por el Programa Cultural Poesía en Chapultepec del gobierno del Distrito Federal (1977) y el Premio de Periodismo Nacional (1978). En 1978 fue jurado del Premio Casa de las Américas en La Habana, Cuba, donde se le hizo un homenaje. A su muerte el Instituto Nacional de Bellas Artes y la UNAM le rindieron sendos homenajes.
Finalmente Efraín –El gran cocodrilo– muere el 20 de febrero de 1982 en la Cdmx, a causa de una insuficiencia renal; su biblioteca y sus archivos personales fueron adquiridos por el gobierno y puestos en la casa del poeta Ramón López Velarde y la librería de Salvador Novo, su librería y objetos quedan como exhibición desde 1988. Y en 1988 el Fondo de Cultura Económica publicó la primera edición de Poesía completa.
Leamos su vertiente luminosa de su amor, de la patria de su corazón y de su juventud que lo llevó a trascender su generación cronológica como uno más de los poetas nacidos décadas después.
Es el suyo un caso extraño por su constante ruptura con los moldes y por eso falta la distancia para comprenderlo en su justa medida y trascendencia dentro de la historia literaria del siglo veinte.
¡Mi país, oh mi país!
Ardiente, amado, hambriento, desolado,
bello como la dura, la sagrada blasfemia;
país de oro y limosna, país y paraíso,
país-infierno, país de policías.
Largo río de llanto, ancha mar dolorosa,
república de ángeles, patria perdida.
País mío, nuestro, de todos y de nadie.
Adoro tu miseria de templo demolido
y la montaña de silencio que te mata.
Veo correr noches, morir los días, agonizar las tardes.
Morirse todo de terror y de angustia.
Porque ha vuelto a correr la sangre de los buenos
y las cárceles y las prisiones militares son para ellos.
Porque la sombra de los malignos es espesa y amarga
y hay miedo en los ojos y nadie habla
y nadie escribe y nadie quiere saber nada de nada,
porque el plomo de la mentira cae, hirviendo,
sobre el cuerpo del pueblo perseguido.
Porque hay engaño y miseria
y el territorio es un áspero edén de muerte cuartelaria.
Porque al granadero lo visten
de azul de funeraria y lo arrojan
lleno de asco y alcohol
contra el maestro, el petrolero, el ferroviario,
y así mutilan la esperanza
y le cortan el corazón y la palabra al hombre—
y la voz oficial, agria de hipocresía,
proclama que primero es el orden
y la sucia consigna la repiten
los micos de la Prensa,
los perros voz-de-su-amo de la televisión,
el asno en su curul,
el león y el rotario,
las secretarias y ujieres del Procurador
y el poeta callado en su muro de adobe,
mientras la dulce patria temblorosa
cae vencida en la calle y en la fábrica.
Éste es el panorama:
Botas, culatas, bayonetas, gases…
¡Viva la libertad!
FUENTES:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Efra%C3%ADn_Huerta
- https://aristeguinoticias.com/0302/kiosko/efrain-huerta-a-38-anos-de-su-muert
- http://www.los-poetas.com/c/biohuerta.htm
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