Comencemos por establecer que las mujeres transgénero son mujeres. Sin embargo, desgraciadamente hay una línea radicalizada del feminismo que no acepta a las mujeres trans.
Este acto de transfobia se conoce como TERF, Trans-Exclusionary Radical Feminist por sus siglas en inglés y quienes forman parte de esto, se alternan entre teorías que afirman que todas las mujeres trans son realmente hombres, que son los opresores últimos de la mujer.
Para ser aliados en un movimiento, primero hay que educarnos. Así que vamos a entender las razones por las que TERF es un término excluyente y erróneo, por demás discriminatorio hacia las mujeres trans.
Básicamente la ideología TERF discrimina a las mujeres transgénero y las deja fuera de la lucha feminista. Es transfobia. Se les niegan derechos fundamentales con el pretexto de proteger a las cisgénero —personas que se identifican con el género con el que nacieron—, pero en cierta forma también violenta a las cisgénero, pues:
“Están reduciendo a la mujer a un genital, que es exactamente lo que hacen los misóginos, no darle valor a la mujer sino solo a sus genitales”.
Uno de tales planteamientos, bastante común entre varias feministas, es la afirmación de que las mujeres trans no serían “verdaderas mujeres” porque se les crió y se les socializó como hombres en la infancia y en muchos casos muchas tuvieron adolescencias e incluso vidas adultas como hombres en donde crecieron con los privilegios socialmente asignados a los hombres.
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Origen de TERF
La raíz del término TERF va hasta 1970. Hace 50 años y parece tan inconcebible que aún exista este odio. En ese entonces, círculos feministas radicales llegaron a la conclusión de que tenía que haber un término para separar a las feministas radicales que apoyan a las mujeres trans y a las que no lo hacen.
Muchas feministas anti-trans afirman hoy que llamarles TERF es un insulto, mientras otras lo ven como una descripción precisa de sus creencias. Así que prefieren llamarse a sí mismos “crítico de género”, un eufemismo similar a los supremacistas blancos que se autoproclaman “realistas de raza.” Sí, de ahí la gravedad de este discurso de odio.
Por ejemplo, la discriminación de las mujeres trans es muy evidente en situaciones cotidianas como ir al baño de mujeres. Constantemente son perseguidas por otras mujeres que les prohíben entrar al baño de mujeres porque las ven como una amenaza y no aceptan que son mujeres. No obstante, “no hay ninguna situación donde una mujer trans abuse de una mujer no trans en un baño, ¡no existe! Pero del otro lado, sí es verídico que hay gente no trans acosando a gente trans en el baño”.
Las mujeres trans tienen que enfrentar muchos prejuicios y estigmas para que encima, no se les dé un lugar en el movimiento feminista. Sobre todo en un país como el nuestro donde cada día asesinan a 10 mujeres. 10 feminicidios cada día, de acuerdo con cifras de la ONU. Además, está claro que las mujeres no estamos seguras ni en casa, ante la contingencia sanitaria han crecido las denuncias de mujeres violentadas en su propio hogar.
Dentro de ese contexto, ser mujer trans en México es más que difícil. Aquí la esperanza de vida para las personas transgénero es de 35 años. Qué decir de la calidad de esa vida. Necesitamos darle visibilidad a sus problemas, sus luchas y su identidad. Necesitamos abandonar grupos de odio como marcarían quienes siguen la ideología TERF y que son transfobia.
Discriminar es un acto de odio que no debería tener lugar en este tiempo.
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FUENTES:
- https://www.elsaltodiario.com/feminismos
- https://tribunafeminista.elplural.com/2020/01/meghan-murphy-terf-no-es-solo-un-insulto-es-un-discurso-de-odi
- https://elle.mx/estilo-de-vida/2020/06/09/significa-terf-termino-transfobic
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