El arte, ya sea música, pintura, escultura, cine o fotografía, siempre ha estado íntimamente relacionado con las drogas.
El arquetipo del bohemio, del creador atormentado que surgió desde mediados del siglo xix, se ha mantenido hasta nuestros días.
Ejemplos hay muchos, como la triste historia de Jean-Michel Basquiat -pintor neoyorquino que murió de una sobredosis a los 27 años-, pero no es el enfoque de este presente artículo; se trata de repasar una pequeña colección de obras relacionadas con las drogas bajo una mirada distinta.
.
.
Ninguna adicción salvo el amor, es recomendable, José Mujica
Según el pintor Piet Mondrian, «el arte desaparecería a medida que la vida resultará más equilibrada». Esto coloca al arte como un medio para establecer un balance entre el ser humano y el mundo, influenciado necesariamente por los factores históricos, políticos, económicos y sociales del momento en que se producen. Las drogas, como parte de la realidad, ocupan su espacio en el arte -en este caso en la pintura-a través de diversas manifestaciones directa, abierta o sutilmente.
La temática
Toda obra artística tiene forma -estructura, estilo, color; la manera en que se manifiesta- y tiene contenido -significación, discurso; lo que manifiesta-. La temática es, en conjunto, el contenido y la forma, es el vínculo que genera el contexto para la expresión del interés, la visión, la cosmogonía, la postura y la filosofía de su autor.
La obra de un artista puede ser un proceso altamente consciente y racional, al término del cual surge el objeto de arte cuya temática se manifiesta no sólo en lo que percibimos a simple vista sino por los signos, indicios y símbolos que el artista introduce para plasmar su idea.
Signos adictivos
.
La visión y el juicio que se han tenido acerca de las drogas, han cambiado con el tiempo y las modas. Desde el desconocimiento hasta el consumo indiscriminado, de lo ajeno a lo cercano, de la medicina a la adicción, de lo natural a lo artificial.
Por tanto, la pintura que ha tenido a las drogas como temática ha ido de la evocación -que requiere un proceso de pensamiento para ser entendido-a la relación -que puede ser la parte del contenido más directo.
Por relaciones
En estas piezas encontraremos elementos que establecen conexiones o lazos directos con el tema, de tal forma que dichos elementos o acciones protagonizan las obras.
.
.
El primer ejemplo es una ilustración perteneciente al manuscrito ilustrado Theatrum Sanitatis (ca. 1390), en la que vemos a un «vendedor de droga», es decir, un boticario. En Pensionado bebiendo café (1882), Vincent van Gogh convierte un hábito cotidiano en el pretexto para retratar a Adrianus Zuyderland, habitante de la Casa para pensionistas protestantes.
.
.
En Una pizca de rapé, un autor anónimo retrata el acto de inhalar tabaco con el pulgar. Al igual que en van Gogh, el tema principal es el hábito. En ambos cuadros vemos cómo todo elemento escenográfico es eliminado intencionalmente para centrar la atención en el consumo y a la vez evitar toda declaración.
.
.
Otro ejemplo de estas conexiones entre intención primaria e interpretación actual es una litografía perteneciente al libro de botánica Des champignons comestibles, suspects et vénéneux (1827), en la que Michel Etienne Descourtilz ilustra los «hongos sospechosos» con el único propósito de que los «cazadores» de champiñones lleguen a la vejez y no mueran en el intento —alucinando y envenenados.
.
.
También podemos incluir en esta categoría a Claude Monet con su Campo de amapolas (1873), para el que sobra explicar cómo se da la asociación con las drogas, aunque en su tiempo la pretensión del autor no era otra que retratar la luz, el placer y la relajación de un campo soleado.
.
.
El pintor mexicano Juandrés Vera, en su óleo Medicagmento (2008), recurre a dos signos —la jeringa y el pincel— y los asocia visualmente para unirlos en otro personalísimo: el oficio del arte como una droga liberadora, sublimadora de miedos, inseguridades y preocupaciones.
.
No Comment