De elecciones y pobreza.

En el pasado, cuando se elegiría a uno de los gobernantes del estado, la pobreza era un gran elector; lo hacía basado en los altos índices de marginación y la penuria extrema que se registraba en el estados, en la forma en que los pequeños regalos promocionales y el otorgamiento de despensas permitían que la voluntad de la gente fuera manipulada y engañada.

Hoy, todo mundo hablará que la voluntad de la gente no se puede manipular, como si en verdad estuviéramos en un régimen totalmente diferente a lo neoliberal. Se apuraran a decir que el actual humano es más transparente y encaminado a transformar la realidad del país.

La pobreza es un resultado natural del sistema económico en el que vivimos, un sistema que se centra en la exclusión. La corrupción es otro elemento natural del sistema económico, por lo que, la lucha contra la corrupción debería inicial con el derrocamiento, no de los gobiernos, sino de los sistemas económicos.

La pobreza, esa terca y necia realidad que se enseñorea en los rincones de la patria y que llena los discursos de casa uno de los aspirantes a diputaciones federales o a otros cargos de elección popular.

La pobreza, es un enemigo bestial que tiene que desaparecer como resultado de las grandes decisiones de quienes tomarán las riendas de los poderes de la unión o de los poderes locales.

Las elecciones del 2021 han sido calificadas como las elecciones más importantes. No deberá tratarse de primero los pobres, deberá tratarse de primero la eliminación real y definitiva de la pobreza y la miseria.

Las elecciones de los unos y de los otros muestran que sus decisiones se dan en función de los intereses del grupo y no se las personas que se pretende representar. Y la pobreza, esa realidad que viven miles y miles de personas en México, será el elemento central de un discurso vacío y manipulador que, en las últimas elecciones del país, han dominado sin pudor las plataformas electorales.

¿Quieres conocer a las personas?

“Dales poder y las conocerás”, este viejo refrán aplica en la vida diaria y en todos los niveles sociales. Ahora sí que el que entendió, entendió.

Por años los partidos políticos como el PAN Y EL PRI han hecho todo lo posible para volverse los mejores “amigos del pueblo”, saludos, abrazos y el show de toda la vida, buscando mostrar su mejor cara a la ciudadanía, dando como ya lo mencionamos, despensas y diversos apoyos, la cuestión es ganar las elecciones y con ello las clásicas promesas nunca cumplidas.

Después, los regidores no vuelven a pararse en las colonias ni a platicar con la gente.

Es tiempo que la ciudadanía reflexione y no se deje llevar por las despensas, el calentador, el viaje de arena o ladrillo que significa “vender su voto”, porque recibiendo se crea un compromiso.

La sociedad debe reflexionar mas su voto y vayan por la persona que considere más seria y honesta.