¿Simple preocupación o ansiedad? 4 señales de que podrías tener un trastorno de ansiedad.


Es importante saber diferenciar entre una preocupación dentro del rango de lo “normal” o bien de un trastorno de ansiedad que representa grandes problemas y desafíos en tu día a día.

Para las personas con trastornos de ansiedad la preocupación o miedo no desaparece y los síntomas pueden interferir con tu día a día.

¿Qué es un trastorno de ansiedad?

Los sentimientos ocasionales de ansiedad son normales en momentos estresantes. Sin embargo, para las personas con trastornos de ansiedad, esta preocupación o miedo no desaparecen y los síntomas se intensifican e interfieren con su vida diaria.

Pero aclaremos un punto, no todos los trastornos de ansiedad son iguales. De hecho, hay algunos tipos diferentes, incluidos el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y los trastornos relacionados con la fobia, según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH).

Aquí 4 señales que podrían ayudarte a identificar si sufres un trastorno de ansiedad. 

 

Tu preocupación ya no es “útil” en absoluto

Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre, una cierta cantidad de preocupación ayuda a las personas a pasar el día; después de todo, es ese poco de presión que sientes lo que te motiva a completar tareas y a mantener tu vida en orden. Sin embargo, demasiada preocupación podría ser uno de los síntomas del trastorno de ansiedad.

“Lo suficientemente feliz como para aumentar tu conciencia de que tienes un examen y que requieres estudiar, eso es bueno, y eso es adaptativo”, dice Aaron Fisher, profesor asistente de psicología clínica en la Universidad de California, Berkeley.

 

“Sin embargo, si tu preocupación es tan grande que pasas por alto la preparación y realmente te congelas y no estudias porque estás tan preocupado que te siente atascado, eso es problemático”.

¡Ojo ahí!

 

 

 

 

Has presentado uno o más ataques de pánico

El Dr. Fisher hace hincapié en que un ataque de pánico no indica necesariamente síntomas de trastorno de ansiedad, ya que los ataques de pánico son una respuesta normal y evolutiva al miedo extremo.

“Mucha gente tiene ataques de pánico, muchas más personas que quienes tienen trastornos de pánico”, dice Fisher. “Es importante recordar lo que es un ataque de pánico: es una aplicación completa de tu respuesta de lucha o huida. Esa es una función evolutivamente adaptativa”.

Cuando la frecuencia cardíaca acelerada, el dolor y el miedo extremo que acompañan a un ataque de pánico justifican el tratamiento es cuando alguien comienza a experimentar estos síntomas sin una razón comprensible, o teme los propios ataques de pánico.

Esta es una razón, uno de los tratamientos psicológicos más efectivos para el trastorno de pánico es la terapia de exposición, que implica exponerse a ataques de pánico y sus desencadenantes lo suficiente como para superar los miedos directamente.

 

Das forma a tu vida en torno a tus miedos

 

En palabras de  Ann Kring, profesora de psicología clínica en UC Berkeley, muchas personas con trastornos de ansiedad funcionan bien sin darse cuenta de que los tienen porque evitan enfrentar lo que les preocupa o asusta.

 

“Para algunas personas, están viviendo sus vidas, y tal vez no están saliendo o están evitando ciertas situaciones, pero les está yendo bien”, dice Kring. “No necesariamente se siente como si estuviera interfiriendo con sus vidas hasta que, de repente, aparece algo y los invitan a hacer algo y deciden no hacerlo”.

Cuando tu ansiedad comienza a restarle valor a tu capacidad o voluntad de vivir tu vida plenamente, el tratamiento puede permitirte vivir una vida más rica.

 

 

 

 

 ¿Eventos sociales? No, gracias. 

Suele ser bastante común ponerse nervioso frente a una multitud es muy normal, y también lo es el miedo escénico antes de una presentación o discurso. Pero cuando simplemente estar cerca de otras personas se vuelve difícil o estresante, puede ser un signo de ansiedad social.

 

“Si descubres que cada vez que tienes que estar cerca de otras personas, tu ritmo cardíaco se acelera y te sientes un poco sonrojado y con náuseas o algo así, entonces eso es algo diferente”, dice Fisher.

 

“Estás llegando a un nivel o consistencia diferente de cuán ansioso estás que no está necesariamente relacionado con un evento específico o una amenaza específica”.

Recuerda que siempre debes acudir con un profesional de la salud, quién será quién determine y evaluará si sufres de ansiedad y por supuesto podrá ayudarte de la mejor manera a transitar y superar este diagnóstico.

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