Recuerdan los años ochentas o aquellos inicios de 1990 dónde la mayoría de contenidos, series, películas, caricaturas y hasta la música estaban llenos de historias sobre como sería el futuro, parecía simplemente alucinante, autos voladores, todo era colorido e impregnaba nuestros sentidos de positivismo, estamos tan ansiosos de que el año 2015 se hiciera presente y pudiéramos vivir todo lo que Marty McFly en la saga de Volver al Futuro presenció, o quizás los más pequeños pensaban que el planeta de Los Supersónicos era inminentemente el destino que le esperaba al planeta tierra.
fashionable young adult looking awaSi bien siempre han existido obras artísticas que daban a nuestro planeta un futuro distópico y aterrador, en su mayoría durante la década de los 80s y de los 90s eran menores a los increíbles escenarios que esperaban a la humanidad.
Pero la realidad parece siempre caer como un balde de agua fría y este futuro increíble que esperábamos resulto solo ser un monstruo llamado capitalismo tardío que con sus múltiples tentáculos ha dañado el ecosistema, el mundo laboral, la salud física y metal de sus habitantes, pero sobre todo la esperanza de los más jóvenes.
¿Por qué decimos esto? La mayoría de los jóvenes de hoy piensan que el futuro de la humanidad es aterrador. La ansiedad provocada por el cambio climático está afectando sus vidas cotidianas hasta tal punto que ha cambiado su forma de jugar, comer, estudiar y hasta dormir.
Casi la mitad de los jóvenes dicen que ahora tienen dudas sobre si vale la pena tener hijos.
Y más de la mitad piensa que los gobiernos de sus países están traicionándolos a ellos y a las futuras generaciones al evadir su responsabilidad para tomar medidas que contengan el desastre ambiental.
Lo dicho, son algunas de las conclusiones de una investigación financiada por la organización no gubernamental Avaaz, en la que científicos de cinco universidades consultaron a 10.000 jóvenes entre los 16 y 25 años en Estados Unidos, India, Reino Unido, Francia, Australia, Finlandia, Portugal, Brasil, Filipinas y Nigeria.
Más de 7 de cada 10 jóvenes encuestados cree que “el futuro es aterrador” y más de la mitad dijo que cree que la humanidad está condenada y difícilmente sobrevivirá a los daños causados por el cambio climático, económico y social.
Y esto siempre se ve reflejado en el arte, en los medios y en los productos de entretenimiento, para muestra repasemos las múltiples series y películas que evocan al pasado, lo romantizan, lo muestran como un refugio, como un lugar por demás agradable, idílico y seguro.
Para muestra los continuos reboots que ya tienen muy seguramente a más de uno hasta el hastío, o el gran éxito que representa Stranger Things y muchas series más que tienen como escenario de sus historias las décadas anteriores, los años que han quedado atrás.
Parece que no hay lugar para pensar en el futuro como un lugar feliz, un lugar con oportunidades o al menos un lugar digno en el cuál vivir.
Y esto se ve reflejado en la salud mental.
Las tasas de ansiedad y preocupación tienden a ser más altas entre los jóvenes de los países en desarrollo, como Brasil, Nigeria y Filipinas. Por ejemplo, en Brasil, casi la mitad de los jóvenes entrevistados (48%) dijo que siente dudas acerca de tener hijos cuando piensa en el cambio climático.
¿Qué pensar de un mundo donde los jóvenes -que son su principal fuerza renovadora para el futuro están perdiendo la esperanza?
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